Cierto día me dijiste que los comienzos no serían buenos e irían muy despacio, aprendí a vivir con calma, sin prisas, muy pausadamente… aprendí a vivir con situaciones surrealistas, porque todo lo que nos rodeaba, se convertía en surrealista, nuestras conversaciones, nuestras quedadas a escondidas aunque miles de ojos nos rodeaban, nuestras llamadas, las preguntas, las miradas buscando una sonrisa, las caricias, los suspiros, los no sé qué decir ni que hacer, las caras de interrogación, los interrogatorios, las vistas al infinito, los miles de lugares…
Pero lo que empezó siendo surrealista se convirtió en REAL…
lunes, 29 de noviembre de 2010
Surrelista y Real....
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