Siempre se me ha dado mal reflexionar y más si es una reflexión propia.
Hoy cuando me has dicho que reflexione sobre el cambio de mi mirada, me quedado anonadada.
Sé que algo te pasa, no me lo niegues, me has dicho. Y yo te lo he negado, te lo he negado mil, un millón, dos millones… de veces. Porque la verdad… No, no me pasa nada. Lo único que me puede pasar es que no me gusta ser mayor, mil complicaciones, mil prohibiciones, mil tareas, mil vueltas, miles de si y miles de no, mil cosas por las que luchar, mil cosas que aprender, que escuchar, mil caídas y miles de alzadas, miles de luchas, miles de alegrías y de sonrisas…
y… ¿Tú crees que me pasa algo?... pues no. No me pasa nada. Simplemente que irse haciendo mayor poco a poco cuesta.
Así que… Dejare otro día eso de reflexionar…
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