Piso el acelerador y paso de 0 a 100, o por el contrario paso de 100 a 0… la velocidad es como los estados de ánimo. Muchas de las situaciones a las que nos exponemos a lo largo del día nos hacen sentir la velocidad en nuestros cuerpos, podemos llorar y en un segundo reír a carcajadas, podemos caernos y levantarnos sin que nadie nos vea, podemos estar viendo una interesante película y cambiar de canal a la velocidad de la luz, podemos coger el metro y bajarnos en la próxima parada…
Muchas veces mi estado de ánimo cambia de 0 a 100 y de 100 a 0….
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